Camatarán Ciudad San Sebastián Katamarana
Los 6 Momentos más mágicos en el barco catamarán ciudad San Sebastián
Intentamos muchas veces inmortalizar estos momentos con las cámaras de nuestros móviles y subirlos a diferentes redes sociales, instagram, Facebook, YouTube, tik tok, pero estas imágenes muy rara vez hacen justicia a vivir ese momento y grabarlo en nuestras retinas
Estos son algunos de los momentos más especiales que vivimos en nuestro catamarán:
1-Ver delfines en el barco.
¡Qué decir! Es algo a lo que como marinero jamás llegas a acostumbrarte, cuando los delfines empiezan a saltar, jugar y navegar junto a la proa de la embarcación, siempre sale a la luz una sonrisa, esos bichos son capaces de alegrarte el día más gris o más triste. Por suerte, nos visitan muchas veces… ¡haciendo que sonriamos más! El avistamiento de delfines es habitual en la costa de San Sebastián, a veces nos visitan más y otras veces, hay días en los que no los vemos, pero cuando aparecen, observarlos libres y en su hábitat natural, te pone la piel de gallina, amamos a esos mamíferos.
2-Ver los fuegos artificiales de Semana Grande desde el barco.
No os voy a engañar, no soy el más aficionado a los fuegos artificiales del mundo, es más, nunca les había dado ninguna importancia ni había girado el cuello para verlos…Pero verlos, sentirlos y oírlos desde el barco en la bahía de San Sebastián con el mar en calma me ha dejado…SIN PALABRAS. Jamás hubiera pensado que unos fuegos artificiales me sorprendieran tanto, cuando estás en la bahía embarcado, los fuegos están literalmente sobre tu cabeza, el ruido y el estruendo es estremecedor ¡el cuerpo vibra! El mar se torna de colores con el reflejo de la luz, adquiriendo tonos multicolor en contraste con la oscuridad de las aguas de noche. Un helado de limón y chocolate junto a los fuegos artificiales en barco… Impresionante.
3-La puesta del sol en la bahía de San Sebastián.
Música Chill out relajante, mar en calma y una suave brisa, cielo despejado, disfrutando de una bebida fría sentado en el sillón de estribor en la popa del catamarán en un enclave mágico, la bahía de San Sebastián entre la isla Santa Clara, y el Pico del Loro y el momento de la puesta del sol ¿Se puede pedir algo más? ¡Si! ¡Qué se pare el tiempo! El cielo se tiñe de colores anaranjados, colores cálidos, temperatura perfecta… Poco al poco, el sol empieza a meterse por el mar, esperamos ver el rayo verde ¿Lo veremos hoy? Mientras el sol desaparece, la iluminación artificial de la ciudad empieza a encenderse, la bahía adquiere otro color, comienza la noche en San Sebastián, la luna empieza a dejarse ver. ¿Te lo imaginas? Pues ven con nosotros en la última salida que realizamos todos los días!
4-Regatas de la bandera de la Concha de traineras y los días previos.
La regata más importante de estas embarcaciones tradicionales vascas a remo se realizan el primer y el segundo domingo de septiembre, tanto por equipos femeninos como masculinos. En el puerto donostiarra se viven estos días con un ambiente especial, la bahía se tiñe con los diferentes colores de cada una de las traineras y los pueblos a los que representan. Las tripulaciones entrenan en la bahía durante la semana, y multitud de gente viene a apoyarles. Se siente y se palpa la tensión, la adrenalina, los nervios… Pura competición. A los ganadores de esta regata se les premia con una bandera, la bandera de la Concha, el mayor y más importante trofeo que cualquier remera y remero pueden ganar, nos enorgullece además ser la embarcación encargada de la entrega de este premio por parte de las autoridades donostiarras, que el segundo domingo de cada septiembre llevamos a bordo en nuestro catamarán. Ver de cerca la alegría de las y los campeones en el momento de recibir la bandera delante de la multitud es simplemente ¡Brutal!
5-Ver las olas romper en el Peine del Viento, La Isla y el Paseo Nuevo.
Navegamos en barco por el mar cantábrico, mar que a veces nos enseña su carácter. Cuando ese carácter se manifiesta, es todo un espectáculo ver como rompen las olas en el Peine del Viento del escultor Eduardo Chillida, en la parte trasera de la Isla Santa Clara y también en el paseo Nuevo detrás del Aquarium. El sonido y la bravura del mar son un espectáculo para los sentidos, la fuerza de la naturaleza en todo su esplendor, la espuma de las olas puede alcanzar alturas inimaginables. Los días con olas es cuando “los peques” mejor se lo pasan, una montaña rusa sobre el mar, alegría y risas aseguradas. Las olas y el mar bravo nos ofrecen momentos mágicos, pero somos conscientes de que lo primero y más importante es la comodidad y la seguridad de nuestros pasajeros, si el patrón y la tripulación consideramos que la “montaña rusa” es demasiado “brusca” optamos por dar el paseo en barco resguardados de la mar por dentro de la bahía de Donostia, aprovechando la protección que nos brinda la orografía natural y el resguardo que nos ofrece la bahía donde el mar raras veces esta “movido”.
6-Ver a las diferentes generaciones disfrutar de un paseo en barco por Donostia.
La primera vez que monté en el barco ciudad San Sebastián tendría cinco o seis años, sería un domingo, mis padres junto a mi hermana y a mi mismo, fuimos al puerto de San Sebastián, el plan era, comer “karrakelas” subirnos al “barco de Donostia” y disfrutar del puerto, la bahía, el mar,… Por aquel entonces, hace ya muchos años… el barco era diferente, era un barco monocasco de acero, un buque pesquero adaptado a las excursiones turísticas de aquella manera, no era el más cómodo, pero si el más bonito y mítico barco del puerto Donostiarra. El barco de hoy es muy diferente, es un moderno catamarán, amplio, más cómodo, más seguro, pero que aún conserva la magia de aquel viejo barco. Recuerdo haber hecho aquella excursión en barco en familia varias veces con mis padres, con muy buenos recuerdos. El caprichoso destino y diferentes circunstancias han hecho que acabe enrolado y trabajando en el barco Ciudad San Sebastián, cosa que jamás hubiera pensado. Este verano he podido vivir uno de esos momentos que no olvidaré, mi padre, hoy es abuelo de un chaval de ocho años, junto a mi, los tres juntos, las tres generaciones pudimos disfrutar de un paseo en el “barco de Donostia”, el aitona, el nieto y un servidor. El “Barco de Donostia” esta lleno de historias, anécdotas, curiosidades,… Agradeceríamos mucho que nos hicieras llegar tu momento mágico y que lo compartieras con nosotros.